Edificio del siglo XVIII de estilo barroco, construido sobre un templo románico anterior del que se conservan algunos muros con sillares marcados por canteros. Poseía modestas dimensiones, con portada cercana a la Porteta y ábside orientado hacia el este. También quedan restos en las dependencias de los Chesa, así como de una capilla con pinturas murales en la calle Huerta.
Su estado era muy precario hacia 1737, lo que motivó la construcción del templo actual. Este se inicia entre 1730 y 1748, aprovechando partes del anterior. La iglesia de planta de cruz latina consta de tres naves paralelas terminadas por cabecera plana, subdivididas en cuatro tramos más crucero y presbiterio, con espacios separados por grandes pilastras cruciformes sobre las que apoyan recios arcos fajones. Asimismo se proyectaron dos campanarios gemelos de los que solamente uno llegó a construirse.
Su portada es típicamente barroca y fue destruida en la Guerra Civil. A fines del siglo XVIII se añaden nuevas dependencias y partes (chapitel, claraboya, sala capitular y archivo). Actualmente no existe el brazo norte del crucero y la portada se sitúa a los pies, con arco de medio punto. La torre se dispone sobre esta fachada en tres cuerpos, cuadrado el primero y octogonales los superiores, el segundo de ellos con arcos ciegos.